La idea surgió como surgen las grandes ideas, por casualidad, sin planearla, sin más intención que dar rienda suelta a nuestra creatividad
Teníamos ganas de hacer algo juntas las tres: Ana Rivas, Nadia y yo. Nadia es profesora de Latín y Cultura Clásica y se encarga de la gestión de la biblioteca de nuestro instituto y la organización de las actividades culturales de la misma. Ana Rivas es profesora de Educación Física, y su visión de la formación integral de los alumnos me admira y me conmueve profundamente. Yo soy profesora de inglés, enamorada y convencida del poder que tiene la palabra en todas sus versiones.Queríamos hacer algo con motivo de la celebración del cuarto centenario de la muerte de Cervantes y Shakespeare.
Recuerdo aquel café con Nadia, un viernes, en el que comentamos de manera casual que ese año, 2016, se celebraba el cuarto centenario de la muerte de Cervantes y Shakespeare, que podíamos hacer algo con los alumnos de Bachillerato, aprovechando que Ana Rivas trabajaba con ellos la expresión corporal. Contarle nuestra idea a Ana Rivas fue el comienzo del proyecto más especial del que he formado parte en mi vida profesional.
Todo ocurrió muy deprisa, teníamos poco tiempo para prepararlo y que estuviera listo la semana del 23 de abril, apenas coincidíamos en el instituto desde el aumento de horas de clase, así que trabajamos en el desarrollo y el plan del proyecto prácticamente a través de un Google doc que compartimos, el primero de muchos que vendrían después.
Ana Rivas y yo nos emocionamos con la edición de una adaptación de uno de los monólogos más famosos de Hamlet (el de "to be or not to be"), una versión de Romeo y Julieta y un pasaje del Quijote (la escena de las alucinaciones con los molinos de viento) en Chroma Key. Nadia, por su parte, escribió un guión maravilloso que serviría de puente entre el mundo físico y el virtual. Ese guión fue interpretado por dos alumnos de nuestro centro, unos inolvidables Shakespeare y Cervantes teniendo una conversación en la actualidad.
Fue muy divertido preparar todo, desde las adaptaciones literarias hasta el vestuario, el maquillaje, el guión, los cientos de fotos para montar el chroma key... Tuvimos el gimnasio de Ana Rivas empapelado de verde más de una semana, fotografiamos la secuencia de una escena de lucha de espadas desde la grada, de manera que los actores estaban tumbados sobre unas colchonetas, nos divertimos muchísimo. Carlos, profesor de Dibujo, quien nos diseñó el cartel de fondo, nos grabó este vídeo en el que, además de nuestros actores, Nadia, Ana Rivas y yo dirigimos, editamos y produjimos.
Nadia se encargó de los ensayos de Lucas (Shakespeare) y Emilio (Cervantes) y los alumnos bordaron sus papeles, dejando con la boca abierta al público que tuvo el honor de asistir a la representación que se hizo en aquel recreo de la semana del 23 de abril de 2016. Nunca olvidaré la emoción de ver aquel maravilloso trabajo que hicimos entre profesores y alumnos, nuestro particular homenaje a dos de los grandes de la literatura universal. Recuerdo a la abuela de nuestro Sancho sentada en primera fila para ver la actuación de su nieto, la mirada cómplice de los actores del chroma key, que además no revelaron ningún secreto a sus compañeros, y el brillo en los ojos de mis compañeras Nadia y Ana Rivas.
Yo no sabía que aquella emoción me engancharía para siempre...
Nunca un café tuvo tanta trascendencia como los del recreo en el Federico Balart 😉